TABAQUISMO
Mi deseo es que si eres madre o padre, o quieres serlo, al leer esto algo cambie dentro de ti.
Esto no es un juicio, es mi vivencia.
Me crié en un vientre de fumadora. Crecí en una casa donde el olor de los guisos se mezclaba con el del tabaco. Viajaba en un coche con las ventanillas cerradas mientras que el humo lo envolvía todo. Me acurrucaba en la cama de una madre que mientras me acariciaba con una mano con la otra sostenía un cigarro.
El tabaquismo del que he vivido rodeada ha condicionado mi vida y mi salud. Tengo un asma que me limita a vivir.
He odiado el tabaco desde que tengo recuerdos.
Jamás he besado a alguien que fumase porque desprecio el olor.
Criándote con una persona con una adicción no aprendes a cuidarte, ni a quererte. No sabes cómo darle valor a la propia vida.
Aprendes que su dependencia va por encima de ti. Que incluso prefiere morir antes que dejarlo. Sientes que no te quiere lo suficiente. Que tú no eres suficiente.
En algunos casos se esconden para no ser vistos. Nos mienten. Nos enseñan que engañar es válido, mientras nos piden que nosotros no mintamos. Nos sentimos decepcionados por aquellos que deberían ser nuestro ejemplo a seguir. Nos hieren.
Vivimos en una sociedad que se enriquece de que hayan tantas personas enganchadas al tabaco. Esta adicción genera millones cada año. Por lo que no es de extrañar que los problemas que provoca en la salud no sean importantes, cuando deberían serlo.
Estas son algunas de las causas físicas conocidas, hasta día de hoy, en los niños que han crecido en un ambiente con humo; bajo peso de nacimiento, muerte súbita, otitis aguda, asma, bronquitis, neumonía, cáncer, enfermedades de corazón y cardiovasculares, disfunción eréctil, infertilidad,...
De las consecuencias en la salud mental son mayor número de personas con depresión, ansiedad, esquizofrenia, trastorno bipolar, TDHA, mayor probabilidad de adicciones,... A mí me parecen causas suficientes para dejarlo.
Autorretrato abril 2020
Bordado junio 2024
- Hilo Mouliné liado


